« He escrito siempre novelas y relatos, sin embargo, al contrario que con las obras de teatro, tardé mucho en componer un texto que juzgase publicable. Mientras que paradójicamente el teatro me hacía feliz imponiéndome sus limitaciones, la novela me ofrecía una libertad que me atemorizó durante mucho tiempo. ¿Por qué garabatear 300 páginas en lugar de 100 ? ¿Describir hasta donde ? ¿ Qué punto de vista adoptar ? Afortunadamente los personajes de mis libros me forzaron : se impusieron, me obligaron a escucharles, a redactar su historia durante meses, a trabajar para ellos. Gracias Pilatos, gracias señor Ibrahim, gracias Oscar. En cuanto a Adolf Hitler, lo siento, aunque aprecie realmente La Part de l’autre, el libro que me inspiró, no entra dentro de mis costumbres darle las gracias… »

Eric-Emmanuel Schmitt